De acuerdo con el estudio realizado por CFO.com en 2018 a más de 150 líderes del sector financiero, las funciones más importantes del CFO siguen estando relacionadas con la gestión financiera, la gestión de riesgos y la planificación de la liquidez. Las conclusiones no son sorprendentes, pero reafirman el interés de los gestores y equipos por los sistemas de gestión de tesorería (TMS) como vehículos de automación, visibilidad y control.
Si bien es cierto que los TMS ofrecen funcionalidades que garantizan la conexión directa con los bancos, las previsiones financieras, los informes automáticos y la automatización de los procesos, es necesario considerar objetivos de mayor alcance. Los equipos deben ver el TMS como un medio para asegurar el valor añadido a los servicios y al negocio.
Además de la gran cuestión de «¿cómo podemos conseguir previsiones financieras más precisas?», los equipos deben preguntarse «¿qué nuevos objetivos podemos establecer y alcanzar con previsiones más precisas?»
El TMS permite mejorar considerablemente la productividad, la visibilidad y el control en las tareas cotidianas, pero lo cierto es que hay que prestar más atención a la cuantificación del impacto de la tecnología para optimizar la contribución del trabajo de los equipos y la consecución de sus objetivos con al cumplimiento de los KPIs financieros.
Las empresas, y en particular los CFOs, deben ser conscientes de esta realidad y buscar un proveedor de servicios que pueda descubrir este valor añadido del TMS y garantizar la correcta medición del éxito en la toma de decisiones, convirtiéndose así en un socio estratégico para las empresas y grupos.
Metacase se presenta como un socio con competencias en este ámbito, capaz de ofrecer soluciones a medida para sus clientes y de prestar servicios de asesoramiento y seguimiento que optimicen las posibilidades de éxito.
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